Seguramente usted, amigo cronopio, ha sufrido las consecuencias de ser la biblioteca pública de sus amigos. No me malinterpreten, personalmente me encanta prestar mis libros y compartir cultura, pero luego a veces sí es molesto cuando el préstamo no termina tan bien; con algunas reglas básicas el ciclo podría ser benéfico para ambas partes: la amistad descubre un libro bajo su recomendación, el libro se pasea por una temporada en otra casa y usted lo ve regresar sano y salvo.
Colgando este afiche sobre el librero personal, se pretende reducir las malas experiencias en los préstamos. Igual sirve más para decorar que para dar un mensaje efectivo, al fin ser pragmático nunca ha sido el fuerte de este blog.
Álvaro (@alvarogo87)
Zona de Cronopios 
Te comprendo perfectamente. Aún tengo libros por el mundo perdidos y no creo que vuelva a recuperarlos. Uno en particular, ‘La Cena Secreta’, de Javier Sierra, es el que más rabia me da perder pero… 😦
Muy chulo tu blog! Yo estoy empezando en esto de los blogs literarios asi que te invito, si tienes tiempo, a echar un vistazo al mío http://arthe24.wordpress.com/
Un saludo!
Gracias por leer y comentar. Nos estamos leyendo. Saludos.
A mi cuando me dejan un libro lo cuido como si fuera mi hijo (que no tengo pero como si lo tuviera) y he llegado a la conclusión de si dejo libros, los dejo a personas que se que me los van a cuidar igual que yo lo hago. Me gusta cuidar mis libros y mas los que me dejan.
Claro que me gusta prestar libros, pero tienes razón aveces no los devuelven como quiero, pero en fin me alegra que otra persona lea y por eso aun así los sigo prestando.
muy bueno tus blog.
saludos.