Me causa mucha gracia aquella parte en Fight club, en la que el personaje de Edward Norton le pregunta a Tyler Durden que si pudiera pelear con alguna celebridad, con cuál sería, y éste le responde que con Hemingway. Me parece una respuesta jodidamente buena, pues Hemingway, en vida, se encargó de formarse una reputación de tipo rudo y duro y una de sus herramientas para lograrlo fue su obra; al menos esta historia está llena de testosterona.
Hemingway, enemigo frontal de la narrativa complicada, escribió este texto que ronda entre los límites del relato y la novela, por un encargo de la revista Life y empeñándose en contarnos una historia breve, sencilla, poderosa y al grano; sin trucos, o sea con un narrador omnisciente y de forma cronológica (aunque con una que otra viñeta del pasado remoto del protagonista).
El héroe es, como pocas veces en la ficción, un viejo, un pescador cubano cuyas mejores jornadas han quedado atrás y que al momento de comenzar el relato se encuentra salao pues lleva más de 80 días sin pescar nada. En el día 85, el viejo tiene la oportunidad no sólo de romper su mala racha, sino de realizar la pesca de su vida, ¿pero acaso la tarea es muy complicada, o está ya muy cansado para afrontarla?
El viejo y el mar se centra en la importancia que le otorga el humano al orgullo, es el enfrentamiento de un hombre contra las crueldades del destino y las contradicciones y sinsentidos de la existencia. Es el febril intento de un viejo por pescarle su pedazo de gloria a un mar inmenso, tosco, salvaje e indiferente hacia el individuo que se juega la vida mientras lo intenta, ¿a caso este mundo no es un poco como ese mar y nosotros un poco como ese viejo?
Hemingway fue un gringo que a ratos se sentía más español y cubano que gringo. Amaba la tauromaquia, la pesca y el boxeo, vio de cerca la Guerra civil español y la Segunda guerra mundial y decidió ponerle fin a su vida con un balazo de escopeta. Era inevitable que toda esa aspereza se permeara en su obra y eso es algo que se palpa a lo largo de todo este libro.
Álvaro (@alvarogo87)