Tipos de fans de Cortázar

Aunque lo expresemos de distintas formas, la verdad es que nos encanta Cortázar, por eso Internet se vuelve loco cada que llega su cumpleaños. En vista de todo el revuelo que surge en esta fecha, el staff de Zona de cronopios (yo) se puso a observar a los distintos fans de Julio con los que uno se encuentra en internet  y de estas observaciones surge esta clasificación.

¿Cuál les queda mejor?

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Álvaro (@alvarogo87)

Un misil en mi placard

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A mí la interpretación de que el misil simboliza a un amante me convence demasiado, pero opiniones hay demasiadas, el misil bien puede simbolizar cualquier cosa que el escucha imagine, o simplemente no simbolizar nada, a veces las letras no tienen sentido y sólo suenan bien (y yo no tengo mayor problema con eso).

Una letra, como muchas de Gustavo, que celebra la polisemia y de la plena libertad de interpretarla de la forma que a uno se le antoje. Lo único que no es válido es tratar de imponer la opinión propia: “que Cerati declaró que significa…”, “que evidentemente habla de…”, no seamos pesados, al arte en general las explicaciones le salen sobrando y en esto nadie tiene la razón.

Como mero dato extra: acá en México, la palabra placard no es para nada coloquial.

Álvaro (@alvarogo87)

Este año Pulp Fiction cumple 20 años

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Un asalto a un restaurante familiar. Un mal chiste escrito para un episodio piloto de un programa de televisión. Un antro para los nostálgicos de los 50s. Drogas. Armas. Muertes por encargo. Muertes por accidente. Un reloj con varios culos en su pasado y el boxeador que haría cualquier cosa por recuperarlo. Una pelea arreglada…que sale mal. La taxista de apellido hispano. Inyección de adrenalina al corazón. Dos pervertidos sexuales en las manos del karma. Zed, que es hombre muerto. Marvin, que murió…igual que Vincent (pero antes nos compartió sus observaciones sobre las pequeñas diferencias entre Europa y América, y sacó a Mia a bailar). Cocaína. Heroína. Gente que confunde la heroína con la cocaína. La chica con mierda y media en la cara. El parche de Marsellus. El sótano de la tienda de armas. Tortura. Girl, You’ll Be A Woman Soon. Una intervención divina…o el tipo con la peor puntería en la historia. El cameo de Quentin. El lobo. Un guión con un desorden cronológico. Ezequiel 25:17 (o al menos la versión de Jules).

Al final, nunca supimos lo que había adentro del maletín (teorías no faltaron) y Butch fue el que salió ganando más, a excepción de nosotros, claro. De todo eso han pasado ya 20 años.

Álvaro (@alvarogo87)

5 canciones de rock basadas en un libro

De ninguna forma este post es una lista definitiva de canciones de rock inspiradas en un libro, seguramente hay más; el criterio que utilicé para armar la selección fue que se tratara de un libro que yo he leído (¿para qué les voy a hablar de cosas que no conozco?) y de una buena canción.

Aclarado lo anterior, pasemos a lo prometido.

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1. Canción: Lobo hombre en París, de La unión

Libro: El lobo hombre (cuento), de Boris Vian

Por lo menos para mi generación, esta canción forma parte del conocimiento colectivo con el que crecimos, mucha gente se la sabe, mucha gente la tararea, mucha gente se va directo a los 80s con ella, pero apuesto a que muy pocos saben quién demonios es “El mago del Siam”. Al menos yo debo aceptar que aunque siempre amé la canción, la letra jamás me terminaba de hacer sentido, hasta que hace poco me topé con el relato del francés y justamente el nombre del mago me sirvió de puente. El video musical vale mucho la pena, porque, como la canción es un resumen más o menos fiel al cuento, resultó algo así como un corto del texto de Vian. Además, se trata de un video totalmente adelantado a su época en cuestiones de producción.

2. Canción: Killing an arab, de The cure

Libro: El extranjero, de Albert Camus

Este caso en particular ya lo había abordado en este sitio hace algunos meses. Esta es una letra que siempre me parecía una gran incógnita, por racista y radical (algo raro tomando en cuenta las otras letras de Robert Smith), pues está basada, no en el libro entero, sino en la parte más cinematográfica de éste (que lo vuelvo a decir, es un libronón). Sabiendo que la voz de la canción pertenece a un personaje literario y no a Smith, todo hace más sentido.

3. Canción: Corazón delator, de Soda stereo

Libro: El corazón delator (cuento), de Edgar Allan Poe

Quizás no sea lo más correcto decir que en este caso se trata de una canción “basada en”, sino más bien inspirada en. Más allá del nexo en el título casi idéntico entre canción y cuento, lo que hizo Cerati, fue tomar el elemento de un corazón que delata algo, sólo que en lugar de delatar un crimen, delata un amor.

4. Canción: Don’t stand so close to me, de The police

Libro: Lolita, de Vladimir Nabokov

En este caso, el personaje de la canción es un profesor de una escuela que recibe insinuaciones sexuales por parte de una alumna precoz, una relación muy similar a la que mueve la trama en Lolita. Incluso el puente entre canción y libro se expresa de forma textual en un verso, aquel que dice “he starts to shake and cough, just like the old man in that book from Nabokov” (“él comienza a temblar y a toser, como aquel viejo en el libro de Nabokov”).

5. Canción: Las batallas, de Café Tacuba

Libro: Las batallas en el desierto, de José Emilio Pacheco

Hace más de 20 años, cuando Café Tacuba era algo fresco y genial (algo que creo perdieron hace mucho), homenajearon a uno de los libros que muestra más amor por este lugar de locos llamado Ciudad de México (“el defe”, para los mexicanos); una canción que le lanza varias interrogantes al famoso “Carlos”, el niño que protagoniza y narra la novela. Existe la anécdota de que Pacheco en alguna ocasión asistió a un concierto de la banda, que le había extendido previamente la invitación (cosa que José Emilio contaba con mucha gracia, así que el homenaje fue bien recibido).

https://www.youtube.com/watch?v=fMaxO5UCxIU

Extra

Canción: Losing my religion, de R.E.M. (video musical)

Libro: Un señor muy viejo con unas alas enormes, de Gabriel García Márquez (cuento)

Este lo pongo como extra, porque el  cuento incluido en la recopilación de realtos La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada, no inspiró a la canción, sino al video de la banda, aunque la letra de la canción es tan ambigua que incluso podría creer que algunos versos de ésta están inspirados también en el personaje del relato (una especie de ángel que cae en una casa y es exhibido cual atracción de circo ante el pueblo): “I thought that I heard you laughing. I thought that I heard you sing”, aunque quizás ya es desvarío mío. El video es una joya, incluso en su tiempo llegó a ser premiado por MTV.

https://www.youtube.com/watch?v=if-UzXIQ5vw

 

Y por fin llega a su fin el post más largo de Zona de cronopios a la fecha, espero no los haya matado del aburrimiento.

Álvaro (@alvarogo87)

Del cuaderno de citas: La espuma de los días

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” En realidad, sólo existen dos cosas importantes: el amor, en todas sus formas, con mujeres hermosas, y la música de Nueva Orleans o de Duke Ellington. Todo lo demás debería desaparecer porque lo demás es feo.”

“Si siempre nos acordamos de los mejores momentos, ¿para qué sirven los malos?”

(La espuma de los días, Boris Vian)

Hay un par de ocasiones en La espuma de los días en las que los protagonistas se quejan del comportamiento ilógico de alguien más, lo cual es de risa, pues la lógica es lo que menos predomina en el mundo surrealista de la novela.

Como lectores somos guiados por este mundo de la mano de un grupo de veinteañeros obsesionados con el Jazz y Jean-Sol Partre (sí, es una parodia) en una Francia surrealista fusionada con Luisiana. En este mundo absurdo la lógica es ligera como la espuma. Te encuentras con el médico que quiere dedicar su vida a su hobby, pero no puede hacerlo porque los pacientes no dejan de joderlo; con la familia que se lamenta de tener a un pariente catedrático de una universidad, pero les enorgullece el pariente que trabaja como cocinero personal;  el entrevistador que no sabe para qué puesto está entrevistando al entrevistado, el obrero que gana más que el ingeniero o con el patrón explotador que ni siquiera ha oído hablar de la justicia. Las paredes de las habitaciones se contraen sin ninguna explicación y de los pulmones de las personas brotan nenúfares. En el fondo existe una muy bella historia de amor, repleta de imágenes increíbles y que por igual te provoca ganas de reír como de llorar.

Vian era un excéntrico creativo todo terreno: ingeniero, escritor, actor y músico de jazz; usando heterónimos (como Pessoa) escandalizó con sus textos a la Francia de la posguerra y murió joven de un infarto, secuela de la fiebre reumática que sufrió de chico; dicho infarto lo asaltó mientras veía la première de la adaptación al cine de una de sus novelas (¡menuda crítica!). A pesar de reflejar, tanto en su vida como en su obra, una idealización y añoranza por la cultura del sur de los EEUU, nunca conoció América.

Álvaro (@alvarogo87)

Lecciones que aprendí de Joaquín Sabina

Escribías mejor cuando te metías mierda y media, flaco. Antes de que le bajaras al rock para subirle a la trova y tenías más de músico inmoral e inadaptado que de cantautor cansado. Eras más divertido cuando contabas historias sobre travestís y amoríos de bares baratos, que cuando te pusiste a escribirle canciones a tus hijas. También creo que a tu setlist en vivo le urge una desempolvada; en las recientes giras (las que le tocaron a mi generación) se volvió medio predecible. Descuida, quizás no sea tu culpa, sino de los años. Ya decías tú que “el destino es un maricón”.

Sí, extraño a este Joaquín:

Pero el Joaquín que nos queda, medio apagado y todo, me ha hecho notar que, aunque con los años yo he cambiado un montón, tu música es uno de los pocos gustos que mantengo. Y que aunque a veces he perdido el hábito de escucharte a diario, nunca he dejado de escucharte más o menos seguido. Pero sobre todo me ha hecho notar que todavía recuerdo tus lecciones, que memoricé cantando.

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Álvaro (@alvarogo87)

Si no saben volar…

 

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Sacado del inicio de El lado oscuro del corazón, el cual cita el poema de Oliverio Girondo.

Y ya que andamos en esas:

https://www.youtube.com/watch?v=OrLSd3P3eE4

 

Álvaro (@alvarogo87)

La fiesta del Chivo, Mario Vargas Llosa

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En La fiesta del Chivo, Mario Vargas Llosa, acaso el último sobreviviente del boom, nos presenta a un tirano decadente;  enfermo de poder, sanguinario, ninfómano e incapaz de controlar su esfínter: “El chivo” Rafael Leónidas Trujillo, quien fuera dictador de la República Dominicana por largos años, sembrando terror y odio, es decir un personaje que fácilmente tiene su sinónimo en la historia de cada país latinoamericano.

Es la historia del Chivo, pero también la de los rebeldes que conjuran para asesinarlo y la de Urania (este personaje sí inventado por Vargas Llosa) hija de uno de los allegados más íntimos de Trujillo, quien se fue a vivir a los EEUU y ahora regresa a Santo Domingo (esta historia sucede en el futuro) para enfrentar a su padre y recordar el porqué se fue de la isla.

Novela siempre entre los límites de lo complejo y lo complicado, que si le soportas los primeros capítulos después ya no puedes soltar (típico del peruano) y con la que puedes tener un acercamiento histórico a un país cuya historia no es tan conocida (a pesar de que en sus tiempos Trujillo saliera en las portadas de los diarios a nivel mundial).

“…millones de personas, machacadas por la propaganda, por la falta de información, embrutecidas por el adoctrinamiento, el aislamiento, despojadas del libre albedrío, de voluntad y hasta de curiosidad por el miedo y la práctica del servilismo y la obsecuencia, llegarán a divinizar a Trujillo. No sólo a temerlo, sino a quererlo, como llegan a querer los hijos a los padres autoritarios, a convencerse de que azotes y castigos son para su bien.”

(La fiesta del Chivo, Mario Vargas Llosa)

Álvaro (@alvarogo87)

Leer mata

No, en realidad no mata, pero el autor del video echó su mente a volar y nos ilustró un universo en el que esto sucede. Divertido, muy divertido.

El proyecto fue realizado por Beto Gomez para graduarse de la Universidad de animación en Vancouver, claramente el tipo no perdió el tiempo en las aulas.

Hay posibilidades de que sean los mejores dos minutos y medio de su día.

 

Álvaro (@alvarogo87)

Del cuaderno de citas: Libro del desasosiego

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Libro del desasosiego de Fernando Pessoa, o más bien de Bernardo Soares (uno de sus tantos heterónimos) es una obra entre los límites de la narrativa y la poesía; se trata del diario de un contable que vive en Lisboa a principios del siglo XX. En este diario Bernardo Soares ataca a casi todo: la religión, el amor, la gente común, la humanidad, las ilusiones, la sociedad; lo que sucede es que lo hace de forma muy atinada y bajo reflexiones que hacen sentido, calan hondo y poseen una violencia que te puede gustar o ofender, pero no te deja indiferente.

Para ser honesto me costó algo así como 4 meses llegar a la última página y no fue porque fuera un libro tan largo (poco más de 400 páginas) o porque me haya aburrido, pero es que Bernardo Soares es en momento tan intenso y tan denso que necesitaba leer otras cosas para despejarme la mente.

Las reflexiones de Bernardo Soares son tan originales y tan interesantes, que casi sin la necesidad de valerse de lenguaje elaborado (todo es a un nivel coloquial), habla con profundidad y matizando todo desde ángulos que no te esperas. Te encuentras con líneas que te sorprenden casi en cada página y, al menos me pasó a mí, no puedes dejar de anotar citas.

Igual no esperen una trama como tal, porque en realidad se trata de un diario sin mucha acción, aunque lleno de la mayor lucidez misantrópica que se puedan imaginar.

 

Álvaro (@alvarogo87)