Un asalto a un restaurante familiar. Un mal chiste escrito para un episodio piloto de un programa de televisión. Un antro para los nostálgicos de los 50s. Drogas. Armas. Muertes por encargo. Muertes por accidente. Un reloj con varios culos en su pasado y el boxeador que haría cualquier cosa por recuperarlo. Una pelea arreglada…que sale mal. La taxista de apellido hispano. Inyección de adrenalina al corazón. Dos pervertidos sexuales en las manos del karma. Zed, que es hombre muerto. Marvin, que murió…igual que Vincent (pero antes nos compartió sus observaciones sobre las pequeñas diferencias entre Europa y América, y sacó a Mia a bailar). Cocaína. Heroína. Gente que confunde la heroína con la cocaína. La chica con mierda y media en la cara. El parche de Marsellus. El sótano de la tienda de armas. Tortura. Girl, You’ll Be A Woman Soon. Una intervención divina…o el tipo con la peor puntería en la historia. El cameo de Quentin. El lobo. Un guión con un desorden cronológico. Ezequiel 25:17 (o al menos la versión de Jules).
Al final, nunca supimos lo que había adentro del maletín (teorías no faltaron) y Butch fue el que salió ganando más, a excepción de nosotros, claro. De todo eso han pasado ya 20 años.
Álvaro (@alvarogo87)