Nunca me ha gustado esa popular idea de ver la lectura como uno de esos concursos por ver quién come más salchichas en menos tiempo. ¿Qué ganamos si cumplimos nuestro “Reading Challenge” anual de Goodreads? ¿Leemos solo para presumir una meta personal que, honestamente, a nadie fuera de nosotros mismos le importa?
Así que, aunque me encanta usar Goodreads para marcar libros que me interesan, no me planteé un Reading Challenge (nunca lo he hecho), la cifra total me parece irrelevante, leí tantos como pude y quise leer.
Quizás y está de más aclararlo, pero el orden está dictado solo por mi debatible criterio y mis defectos como lector. Espero no haya ofendidos.
Dicho lo anterior, van algunas anotaciones sobre libro:
- Vestido de novia, Pierre Lemaitre
El único del que realmente me arrepiento de haberlo leído. Una pérdida de tiempo, mi recomendación es ahorrarse este churro de papel.
- De la tierra a la luna, Julio Verne
Todo bien con Julio Verne, pero cambió su encanto de cuentacuentos para ponerse demasiado técnico en esta ocasión.
- La liebre, César Aira
Tenía rato con ganas de algo de Aira, desafortunadamente el libro se cae penosamente al final.
- La piedra lunar, Wilkie Collins
Un clásico del segundo género más controversial de la literatura (después de la autoayuda): la novela policial. Para mí, el mayor problema es que tiene demasiada paja.
- Frankenstein, Mary Shelly (segunda lectura)
Lo volví a leer después de un par de décadas. De la primera lectura recordaba casi nada. Me pareció una novela con marcados errores narrativos, pero con personajes icónicos.
- Cuna de gato, Kurt Vonnegut
Una historia divertida y bien cargada de humor negro y mucha estupidez humana.
- Mil millones de años hasta el fin del mundo, Arkadi y Boris Strugaski
Una obra de ciencia ficción exótica; soviética. Cosa curiosa, la autoría pertenece a una dupla de hermanos escritores, los hermanos Strugaski (Sí, los guionistas de Stalker de Tarkovski).
- Un mal nombre, Elena Ferrante
Este libro es la segunda entrega de una saga y es de publicación relativamente reciente, dos características que la vuelven una lectura atípica para mí, pero me ha parecido tremendamente escrito y bastante adictivo.
- Putas asesinas, Roberto Bolaño
Hay un puñado de cuentos en esta recopilación que se merecerían estar en el top 5 de esta lista. A ratos te encuentras con el mejor Bolaño posible (a ratos no).
- De animales a dioses, Yuval Noah Harari
Leo muy pocas cosas que no son ficción, pero decidí aventurarme con esto y no me decepcionó en lo más mínimo. La parte en la que explica cómo evolucionamos como especie gracias a nuestros mitos compartidos me voló un poco la mente. La única mancha está en la edición y traducción al español, que es bastante descuidada.
- Satán en Goray, Isaac Bashevis Singer
Una buena lectura, la gran variedad de términos, supersticiones y ritos ligados al judaísmo, lo llenan de un folclor muy rico y entretenido para los que sabemos poco sobre esta religión.
- La ignorancia, Milan Kundera
Mi segunda novela del checo. Cumple con todo lo que esperas de él: una prosa sexy, un poco de filosofía y una chispa de carisma.
- El hombre ilustrado, Ray Bradbury
Si te gusta la ficción futurista del estilo Black Mirror o The Twiglight Zone, deberías de darle una oportunidad a esta recopilación de relatos.
- Una novelita lumpen, Roberto Bolaño
Es un texto cortito y acogedor que puedes terminar en un solo día, ideal para un viaje en autobús, un día perdido en un aeropuerto o simplemente para pasar un domingo de puta madre.
- La invención de Morel, Adolfo Bioy Casares (segunda lectura)
Conocer el desenlace le resta un poco de magia, pero aun así sigue siendo una buena experiencia.
- El reino de este mundo, Alejo Carpentier
Tan hermoso como complejo, un verdadero despliegue de recursos lingüísticos.
- Los detectives salvajes, Roberto Bolaño (segunda lectura)
En esta relectura perdí ligeramente la fascinación que sentí la primera vez, pero aun así es una maravilla. Seguramente no será la última vez que vuelva a revivir la historia de Ulises Lima y Arturo Belano.
- El espejo en el espejo, Michael Ende
Son 30 cuentos, aunque quizás sea más preciso decir pesadillas, que se reflejan entre sí como ecos o desfiguraciones de las imágenes creadas al contraponer dos espejos y en las que abundan la desesperación, las situaciones frustrantes y los gritos de agonía. Ende comparte con Borges varias obsesiones, pero creo que en cuanto a estilo, la prosa se siente mucho más cercana al absurdo de Boris Vian.
- No voy a pedirle a nadie que me crea, Juan Pablo Villalobos
Muy divertido. Nunca antes había encontrado una narrativa así de fresca y atrayente, que al mismo tiempo usara todos los insights y el lenguaje del lugar en donde crecí (soy tapatío, como el autor). Todo está ahí, desde las ideas mochas y prejuiciosas de los jalisquillos, hasta las más típicas muletillas.
- El proceso, Franz Kafka
Bien dicen que los libros nunca se terminan, solo se publican, aun así es un poco triste sentir la sensación de que la tuberculosis le haya quitado a Kafka la posibilidad de detallar este librazo tanto como a él le hubiera gustado (suponiendo que en algún momento haya querido hacerlo). En términos rigurosos los cachos inacabados son desperfectos narrativos irreparables; en una postura más romántica podríamos decir que estos mismos huecos hacen más redondos los conceptos centrales de la novela.
- Nine stories, J.D. Salinger
No importa a qué edad te encuentres con Salinger, el tipo te espera con lo necesario para despertarte esa fascinación que quizás solo sentiste la primera vez que en tu vida te enganchaste con un libro y pensaste que quizás esto de la literatura no sea tan aburrido como lo pintan en la escuela después de todo.
El único problema es que sean 9 historias y no 18.
- Crónica de una muerte anunciada, Gabriel García Márquez (segunda lectura)
Lo leí solamente para corroborar una cosa: que es perfecto desde cualquier ángulo.
Álvaro (@alvarogo87)